En una nueva jornada de tensiones legislativas, el Gobierno encabezado por Javier Milei consiguió mantener el veto a la ley de financiamiento universitario . La propuesta original, que actualizaba los salarios de docentes y no docentes retroactivamente a enero, fue rechazada por la Casa Rosada debido al riesgo que representaba para el equilibrio fiscal, un pilar central del plan económico del oficialismo. El resultado fue alcanzado luego de semanas de intensas negociaciones entre el oficialismo, los gremios y diversos sectores políticos. En la votación final, los libertarios consiguieron 84 votos para mantener el veto, mientras que la oposición logró sumar 164 apoyos. Sin embargo, las ausencias y abstenciones resultaron determinantes, dado que para rechazar un veto presidencial se requiere una mayoría de dos tercios de los presentes. Uno de los factores clave fue la intervención deMauricio Macri, quien logró alinear a la bancada del PRO, a pesar de las divisiones internas. Parte del bloque veía el costo fiscal del 0,14% del PBI como insuficiente para justificar la oposición al aumento salarial, pero finalmente, 35 de sus integrantes respaldaron al Gobierno, con la excepción de Álvaro González y Héctor Baldassi, quienes votaron junto a la oposición, y Héctor Stefani, que se ausentó por razones de salud. "Este bloque es responsable y coherente con lo que dijimos en la campaña", afirmó Cristian Ritondo, líder de la bancada, subrayando la necesidad de reducir el gasto público. El bloque libertario mantuvo sus 39 votos, aunque hubo una excepción: Lourdes Arrieta, diputada que recientemente formó su monobloque tras distanciarse de Martín Menem, decidió votar a favor del financiamiento universitario. Mientras tanto, Oscar Zago, del MID, no estuvo presente por un viaje programado. El radicalismo, que fue uno de los impulsores del proyecto de financiamiento universitario, también mostró fisuras. Cuatro de los cinco diputados que habían apoyado el veto a la nueva fórmula jubilatoria se mantuvieron del lado de Milei, mientras que Pablo Cervi optó por abstenerse, lo que favoreció indirectamente al Gobierno al elevar el número de votos necesarios para alcanzar los dos tercios. En cuanto al bloque Encuentro Federal, su integrante Jorge Ávila tampoco votó, alegando problemas de salud, aunque esto fue negado por sus colegas. Esta ausencia, junto con la de otros legisladores, influyó en el resultado final. Los gobernadores también jugaron un papel crucial. Osvaldo Jaldo, de Tucumán, y Carlos Rovira, de Misiones, instruyeron a sus diputados a apoyar el veto o abstenerse. En contraste, el sanjuanino Marcelo Orrego permitió que dos diputados de su provincia votaran contra el Gobierno, argumentando que San Juan, cuna de Sarmiento, no podía apoyar una medida que fuera percibida como un ataque a la educación pública. A fin de calmar las tensiones con los gremios, el Gobierno anunció un aumento de la Garantía Salarial Docente, retroactivo a julio, que eleva el sueldo mínimo a $420.000, además de un incremento del 6,8% para octubre. Sin embargo, este ajuste aún queda por debajo de lo reclamado por los sindicatos. Finalmente, la intervención del diputado libertario José Luis Espert cerró el debate defendiendo la postura del Gobierno. "La educación pública no está en peligro, no tengan miedo. Es ridículo pensar que el gobierno que declaró la educación como servicio esencial está detrás de un intento de terminar con la educación pública", aseguró, subrayando que su bloque se opone a los "curros" en el sistema educativo. Fuente Diario Chaco.
Notas Relacionadas
ACTUALIDAD
ACTUALIDAD
ACTUALIDAD
ACTUALIDAD
ACTUALIDAD
ACTUALIDAD
ACTUALIDAD
ACTUALIDAD